04 febrero, 2005

Sobre el origen de holocausto

Encontré una referencia de Juan María Alponte, en el sentido de que fue Eli Wiesel, sobreviviente del genocidio nazi y premio Nobel de la paz, quien popularizó el uso del término holocausto para designar el exterminio sistemático de judíos durante la segunda guerra mundial. No le creí mucho, pues el distinguido investigador, además de equivocarse al escribir el nombre (pone "Wiessel" en lugar de "Wiesel"), asegura lo siguiente:

Dice (Wiesel) que en un texto hebreo se encontró con la palabra "ola" que significaba "ofrenda por el fuego". Sobre ella construyó el vocablo "holocausto".


No puedo imaginar explicación etimológica más banal. Corominas registra el empleo en español de la palabra holocausto desde el año de 1440; el Webster la encuentra en inglés desde el siglo XIII. Y siempre con la misma etimología: del griego holos, entero, y kaustos, quemado, es decir, quemado por entero, con la connotación de que se trata de un acto ritual, de una ofrenda a dios (a un dios, por cierto, que parece complacerse en ver a los pobres pastores desperdiciar sus animales, quemándolos para expiar vaya a saberse qué inventados pecados).

La búsqueda del origen del empleo del término holocausto para referirse al exterminio de judíos me permitió encontrar que, a diferencia de lo que yo mismo pensaba, ese uso empezó a divulgarse después del juicio de Adolf Eichman, en 1961. Golda Meir, primera ministra de Israel (1969-1974), lo recoge en su autobiografía, "Mi vida" (1975). Y después, en 1978, vino la miniserie televisiva llamada Holocausto que lo divulgaría por todo el mundo.

Sin embargo, sí hay quienes atribuyen a Eli Wiesel el origen, no del término sino de su connotación actual. Después de haberse negado por varios años a escribir sobre sus experiencias en los campos de exterminio, Wiesel decidió escribir Y el mundo guardó silencio, obra de 900 páginas escrita en yiddish y publicada en Buenos Aires en 1955. Posteriormente, él mismo la redujo a 127 páginas y se publicó en francés, en 1957, con el título de La noche. ésta es la versión que ha circulado, traducida a más de treinta idiomas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Gracias por la aclaración!
Hace tiempo me preguntaba porqué los judíos se habían apropiado de esa palabra para referirse a su exterminio y no se aplican el término 'genocidio', como se hace para cualquier otro grupo humano. ¿Por qué será que hasta en eso se consideran especiales?