20 julio, 2004

Racionalismo teológico

Aunque no creo en la existencia de Dios, tratar de demostrar su inexistencia siempre me pareció una tarea ociosa y, ahora que veo la Página racionalista de Hernán del Toro, me resulta hasta mezquina.


En efecto, el señor del Toro se dedica a levantar el inventario de las incongruencias de la Biblia, con una minuciosidad merecedora de una causa más digna que la de exhibir los errores de los escribas de hace miles de años. De esas incongruencias, él deriva la inexistencia de Dios, la falsedad de las escrituras y otras consecuencias.


Claro, siempre se necesita de alguien que haga el trabajo sucio. Pero creo que referirse a Dios como una deidad aborrecible, sedienta de sangre, de odio y de venganza es ensuciarlo más. Reducir los argumentos a una serie de ataques ad hominen basados en errores (muchos de ellos de traducción) es rebajar la discusión a un nivel carcelario que definitivamente la cuestión religiosa no se merece.


Al actuar con más vísceras que neuronas, el autor de la página sólo cambia de uniforme, pero sigue exhibiendo la misma actitud autoritaria de los fundamentalistas, presentando sus opiniones como la única verdad. Le aconsejaría que pusiera en práctica la frase de Bertrand Russell, que él mismo consigna en una de sus páginas:


El problema con el mundo es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero, sinceramente, que disienta conmigo.Porque lo maravilloso de este mundo son las distintas opiniones que todos podamos tener acerca de una idea.
No estoy para nada de acuerdo con su muy particular opiniòn porque Toro lo ùnico que intenta con su pàgina racionalista, segùn veo yo, es poner en evidencia la falacia del literalismo bìblico. El fundamentalismo es bastante peligroso por lo que combatirlo, por medio de la razòn, es un deber.
Es verdad que la inexistencia de Dios no puede ser probada(no es deber del escèptico probar que dios no existe sino del creyente probar que Dios existe), pero tal y como presentan a Dios los literalistas es muy cuestionable y criticable.Si un literalista cristiano te dice que dios es todo amor y uno lee en la Biblia (y no en la pagina de Torò) sus terribles amezanas:EZEQUIEL:5:17
"Enviaré pues sobre vosotros hambre, y malas bestias que te destruyan; y pestilencia y sangre pasarán por ti; y meteré sobre ti cuchillo. Yo Jehová he hablado. "
Pues no que era todo amor.
Lo importante no es si Dios existe o no, tanto los escèpticos como los religiosos tienen todo el derecho de creer en lo que quieran, o si tal o cual libro sagrado es inspirado o no. Lo importante es que en este momento los fundamentalistas, que por cierto son minorìa, estàn librando una fuerte batalla polìtica por imponer su visiòn del mundo en las escuelas pùblicas, en total oposiciòn al laicismo. Y si usted duda de esto observe lo que los creacionistas estadounidenses estàn haciendo.
Los creacionistas cristianos no sòlo le faltan al respeto a otras religiones al tratar de imponer, a toda costa y costo, sus interpretaciones literalistas de la Biblia sino que tambièn le faltan al respeto a todos los miembros de la sociedad,que son mayorìa, que abogan por la libertad religiosa.
Los fundamentalistas religiosos, y no Dios o dioses, son un gran peligro para la libertad, la democracia, el laicismo, la ciencia y el libre pensamiento. Es por ello que pàginas como la de Torò se agradecen porque estàn dirigidas a los fundamentalistas cristianos, no al cristiano o al judìo que jamàs intentarìan tratar a la Biblia como algo literal.
Nota: Por cierto, eso de "Reducir los argumentos a una serie de ataques ad hominen basados en errores (muchos de ellos de traducciòn) es rebajar la discusiòn a un nivel carcelario que definitivamente la cuestiòn religiosa no se merece." està mal aplicado. Primero,porque usted pretende que no se debe hacer crìtica religiosa desde una perspectiva escèptica (y por ello muy dura y poco còmoda para el religioso)lo cual no es un reclamo justo si vivimos en una sociedad
en la que no debemos creer como borregos(racionalista). Segundo, porque usted sòlo està defendiendo la postura del judeocristianismo.¿Y los musulmanes? ¿Y los hinduìstas? Por què sòlo se ofende por los que creen ùnicamente en la Biblia. Despuès de todo se puede hacer una crìtica fuerte al Coràn o algùn otro libro como lo hizo Hernàn Toro con la Biblia.
Tercero, la discusiòn sòlo es carcelaria respecto de los fundamentalistas que a pie juntillas, segùn sus interpretaciones, quieren creer, palabra por palabra, la Bilbia e imponerla como verdad absoluta.Todos los demàs creyentes no deben sentirse ofendidos por lo que escribe Toro porque su fe no està puesta en una afirmaciòn de la Biblia sino en una convicciòn de que Dios existe y èste es de consuelo para ellos y no importa si la Biblia se equivoca(sus creencias de cualquier forma estaràn a salvo).
Cuarto, los errores de traducciòn de la Biblia son propia culpa de los que la traducen, que son los que màs la defienden como verdad inerrante, lo que me indica que menos debemos confiar en ella. A mi juicio poco importa si està mal traducida, pues ello no justifica aun asì los mandatos horrorosos que hace el Dios literal de la Biblia.
"El escepticismo es el primer paso hacia la verdad." Diderot.
"Si 50 millones de personas creen una tontería, sigue siendo una tontería."
Anatole France
"El primer pecado de la Humanidad fue la fe, la primera virtud la duda."
Carl Sagan
"La percepción, sin comprobación ni fundamento, no es garantía suficiente de verdad."
Bertrand Russell

Jorge Luis dijo...

Aunque no me gusta discutir con gente que se escuda en el anonimato, quisiera responder a este comentario que, en su prisa, me condena por defendert sólo la postura judeocristiana sin notar que, desde la primera frase, me deslindo netamente de cualquier religión.

Me acusa también de pretender que no se haga crítica religiosa, cuando no es otra cosa lo que trato de practicar aquí de vez en cuando al referirme a la necesidad de liberarnos del yugo de iglesias, confesiones y sedicentes representantes de dios en la Tierra para asumir cada quien la responsabilidad de su vida.

Y tergiversa mi argumento de que la discusión es carcelaria cuando ésta consta sólo de ataques sin bases y cuando todo su sustento es una serie de adjetivos, como los que le lanza el señor del Toro al concepto de dios.

Según el anónimo comentarista, lo bajo de la discusión está en función no de su carácter, sino del tema. Y así, asegura que se vuelve carcelaria sólo "respecto de los fundamentalistas que a pie juntillas, segùn sus interpretaciones, quieren creer, palabra por palabra, la Bilbia e imponerla como verdad absoluta".

Y a su juicio "poco importa" si la Biblia está mal traducida, cuando este argumento es uno de los que tienen más peso al poner en duda sus palabras.

De cualquier modo, me alegra el comentario por dos razones. La primera, por vanidad: tengo por lo menos un lector que, aunque no haya tenido la elemental cortesía de identificarse, sí se tomó la molestia de responder a una de mis notas.

La segunda razón es que, sin quererlo, el anónimo comentarista le da la razón a uno de los argumentos que he expuesto en estas notas desde un principio: cada quien lee lo que quiere leer. Quien profesa el racionalismo a ultranza, difícilmente entiende que haya quien dude de la existencia de dios, del valor de las religiones y de otros fenómenos no demostrables por la razón, pero que al mismo tiempo exija respeto por aquellos que profesan esas creencias y acepte la innegable influencia que éstas han tenido —y seguirán teniendo— en la cultura humana.

Anónimo dijo...

Cuando era mas joven los creyentes buscaban que yo les demostrara la inexistencia de dios hasta que me di cuenta que esa situación era algo que los propios creyentes debían demostrar. Esto pudo ser cuando logré entender primero que la realidad la reflejamos con conceptos y que de estos conceptos podemos generar otros nuevos y así sucesivamente, realidad=>concepto=>concepto=>concepto=>concepto. También encontré que las religiones son importantes para alguna gente a fin de normar su comportamiento en sus propias relaciones. A partir de esto he dejado las discusiones y cuando enfrento a alguien obcecado religioso simplemente le digo “No niego la existencia de dios, pero solo la acepto como un concepto, si puedes demostrarme su existencia real me vuelvo el mas ferviente admirador de tu dios” A mas de 30 años sigo siendo el mismo, nada ha cambiado en mi, solo que las platicas de religiosidad con estos obcecados religiosos han terminado.