Conforme al principio de nuestra política exterior que dice que, si Estados Unidos le declara la guerra al Diablo, México toma partido por el infierno, no queda más que lamentar la ejecución de Saddam Hussein, llevada a cabo este sábado en un antiguo centro de tortura en Bagdad.
Supongo que nadie ha olvidado la famosa "madre de todas las batallas" con la que Saddam prometió vengar los agravios de su pueblo y de paso levantarse como líder del bloque que hace varios decenios se llamara de los no alineados, como tampoco hemos olvidado la decepción de ver que todo se reducía a palabrería y juegos de artificio.
Fuero de aquellos que nutren sus intereses económicos con la desgracia del pueblo iraquí, dudo que haya quien se sienta complacido con la ejecución de esta mañana. Saddam fue ahorcado por la condena de tan solo uno de sus crímenes. ¿Qué pasó con el juicio de los demás? Las dudas aumentan cuando leemos que George W. Bush asegura que el dictador iraquí tuvo un "juicio justo". Acostumbrados como estamos a desconfiar de las palabras del junior, e incluso a interpretarlas en sentido contrario al nominal, lo único que podemos pensar es que se trató más de un acto de venganza que de justicia.
Actualización
No sé si Jorgito Dobleú lea este blog o qué onda, pero recientemente declaró también que la ejecución de Saddam correspondía más a la venganza que a la justicia. Eso acabó de disipar mis dudas: El colgamiento de Saddam fue la culminación de un proceso jurídico apegado a la ley y su ejecución satisface plenamente a la justicia. Sí, de plano, eso de andar coincidiendo con Bush está de la eme.
1 comentario:
La Justicia ya no es ciega. Ahora es muda, sorda, y de acuerdo a las circunstancias, viaja de a pie o en cohete supersónico.
Vimos el primer caso con Pinochet, ahora lo opuesto con Hussain.
Esta ejecución acelerada, tal vez genere réditos a los hijos dilectos del Imperio. Creo que el mensaje enviado al resto de los gobiernos disidentes del mundo es tan fuerte como cuasi mafioso: Miren lo que hicimos con Saddam! Quién quiere ser el próximo?
Por supuesto que Saddam fue un asesino! pero esto fue venganza y mordaza! No creo que sea casual haber acelerado el cumplimiento de la sentencia, dado que de prolongarse, hubiera salido a la luz, y sin posibilidad de ocultamiento, el conocimiento por parte de Washington de los planes de Saddam de invadir Kuwait antes de la primera guerra del golfo,en la cual USA, aparentemente no estaba interesado en intervenir por tratarse de "asuntos territoriales sin importancia para ellos".
Además, Estados Unidos sabía perfectamente de la masacre perpetrada contra los kurdos, pues esta había ocurrido cuando todavía había buenas relaciones entre US y Hussain.
A mi criterio, se ha abierto una caja de Pandora. El asesino y genocida, ahora es un mártir.
Lo condenó una justicia vasalla de un gobierno aún más vasallo, de un país ocupado y en muy peores condiciones que durante la dictadura de Saddam.
El hueco que deja la JUSTICIA no cumplida, se llena entonces con la justicia del crimen a mano propia, bomba propia, autoinmolación, atentados a gran escala y otros males, que siempre, indefectiblemente terminan impactando a la población civil inocente.
Saludos, y perdón por la extensión del comentario.
Sil
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