31 enero, 2008

La Sirenita en el espacio cósmico

El borrego que recorre ahora toda la blogosfera, después de haber circulado por otros medios y desembarcado nada más ni nada menos que de Marte, es la existencia de hombres en ese planeta. El origen de esta idea es una foto enviada desde noviembre del 2007 por el robot Spirit, que anda
como mi primo Ramiro en sus excursiones turísticas: tomando fotos por todas partes, con la idea de enterarse posteriormente por dónde anduvo.

Quizá eso explique que la imagen de lo que dicen que parece un hombre bajando una colina en Marte haya suscitado revuelo hasta hace poco. Seguramente entre miles de fotos idénticas de polvo y rocas, el laboratorio encargado de revelarlas traspapeló ésta, que ya le dio la vuelta al mundo despertando la imaginación de charlatanes y escépticos por igual.

¿Puede tratarse simplemente de una formación rocosa? Eso es lo que recomienda el sentido común y todos los conocimientos de que disponemos a la fecha. Insistir en que se trata de un ser animado es simplemente absurdo. En todo caso, ya que vamos a echar a volar la imaginación, diríamos que se trata de una estatua, pues aunque se trata de una foto fija, no tiene ninguna indicación de movimiento.

Una estatua, un monumento... en efecto, señoras y señores, más que ante un conjunto de piedras o un marciano que regresa a su casa después del trabajo al caer la tarde, estamos ante el monumento del espacio exterior a la Sirenita, el personaje del cuento de Andersen, réplica más o menos lograda del que se encuentra en Copenague.



04 enero, 2008

What the Fuckabee?

Era de esperarse que la crispación nacionalista-religiosa que ha vivido Estados Unidos desde que Jorgito Dobleú instrumentalizara los atentados del 2001 para imponer su agenda tuviera una de dos posibles reacciones ante el tan anhelado relevo en la Casa Blanca. O bien el electorado, harto de la retórica mesiánica de Bushito se inclinaría por una opción más laica y realista, o bien, ansiosos por incorporarse a la oleada redentora, los electores trataría de ir más allá.

Los resultados de los primeros caucus, celebrados este jueves en Iowa, parecen confirmar la segunda hipótesis. Los resultados en el campo republicano son escalofriantes: el pastor bautista Mike Huckabee quedó en primer lugar por amplio margen: 34%, mientras que el segundo lugar, Mitt Romney, obtuvo el 25%.

¿Quiere decir esto que, después de tener a un cristiano renacido, ahora los gringos quieren a un pastor en la Casa Blanca? No necesariamente. Los caucus vienen siendo asambleas distritales y sus resultados rara vez se reflejan en los de las elecciones de noviembre. Reagan, Bush Sr. y Clinton, por ejemplo, no ganaron en Iowa. Pero como banderazo de partida del proceso electoral estadunidense, no deja de ser significativo que sea el abanderado de la derecha religiosa el que haya tomado la delantera del bando republicano.

En el campo demócrata, la sorpresa la dio Hillary Clinton al quedar en tercer lugar, después de John Edwards —que fuera compañero de fórmula de John F. Kerry en el 2004— y de Barack Obama, senador por Illinois que obtuvo el 38%. Aunque Hillary cayó al tercer puesto sólo por un punto de diferencia (que representa siete delegados), como favorita en los sondeos seguramente esperaba consolidar su posición en esta primera prueba.

El proceso electoral de Estados Unidos es bastante complicado y en cualquiera de sus vericuetos pueden aparecer sorpresas. Las verdaderas elecciones internas, llamadas primarias, cuyos resultados son más decisivos en la selección del candidato de cada partido, se inician este martes en Nueva Hampshire, después del caucus de este sábado en Wyoming. Después vendrán Carolina del Sur, Nevada y Florida, en anticipación del “supermartes”, el 5 de febrero, en el que se celebrarán primarias en 24 estados. Será hasta entonces cuando se podrá hablar de una tendencia determinante.

Si algo puede desprenderse de este primer paso es que el dinero recabado por los aspirantes para sus campañas no influyó en el resultado. Si bien Obama ha gastado más de 44 millones de dólares en su campaña, Edwards apenas lleva cerca de 18 desembolsados, mientras que Hillary, tras gastar más de 40 millones, apenas pudo asegurarse el tercer puesto. Y por el lado republicano la tendencia es aun más clara: Rudy Giuliani, ex alcalde de Nueva York, gastó más de 30 millones para quedar en sexto lugar entre los aspirantes, con un humillante 2% de los votos en Iowa. Romney ha gastado más de 53 millones de dólares y apenas quedó en segundo lugar (no tengo las cifras de Huckabee, ustedes disculparán).

En fin, las cosas apenas comienzan y terminarán hasta dentro de once meses. De todos modos, de una vez expreso mi deseo de que Dios nos agarre confesados si decide llevar a uno de sus gerentes a la Casa Blanca.

01 enero, 2008

Propósitos de año nuevo

Esta vez me hice el propósito de no hacer propósitos de año nuevo, aunque esto me colocó en una paradoja: ¿acaso no es un propósito también el proponerme no hacerlos? Como fuera, no quise meterme a averiguar. Un detenido vistazo a los propósitos de años anteriores me reveló la futilidad de hacerlos. Juzgue el paciente lector por sí mismo.

Propósitos de 1997


  1. Conseguir una beca para estudiar inglés en Londres

  2. Meterme a un gimnasio y bajar 10 kilos de peso

  3. Dejar de fumar

  4. Encontrar un empleo en el que me paguen más

  5. Ser un buen esposo para María y dejar de ver a Juana

  6. Escribir en mi diario por lo menos tres veces a la semana





Propósitos de 2002


  1. Meterme a estudiar inglés en el Harmon Hall

  2. Conseguir el video de Jane Fonda y bajar 20 kilos de peso

  3. Dejar de fumar

  4. Encontrar un segundo empleo

  5. Pagarle puntualmente la pensión a María

  6. Escribir en mi diario una vez a la semana



Propósitos de 2005


  1. Comprar el Mundo de inglés de Disney

  2. Ir al médico para que me ayude a bajar por lo menos 30 kilos de peso

  3. Dejar de fumar

  4. Conservar mi empleo

  5. Ser un buen esposo para Juana y dejar de ver a Marta

  6. No descuidar mi blog



Propósitos de 2007

  1. Ir a terapia para aprender a aceptarme tal como soy