Era de esperarse que la crispación nacionalista-religiosa que ha vivido Estados Unidos desde que Jorgito Dobleú instrumentalizara los atentados del 2001 para imponer su agenda tuviera una de dos posibles reacciones ante el tan anhelado relevo en la Casa Blanca. O bien el electorado, harto de la retórica mesiánica de Bushito se inclinaría por una opción más laica y realista, o bien, ansiosos por incorporarse a la oleada redentora, los electores trataría de ir más allá.
Los resultados de los primeros caucus, celebrados este jueves en Iowa, parecen confirmar la segunda hipótesis. Los resultados en el campo republicano son escalofriantes: el pastor bautista Mike Huckabee quedó en primer lugar por amplio margen: 34%, mientras que el segundo lugar, Mitt Romney, obtuvo el 25%.
¿Quiere decir esto que, después de tener a un cristiano renacido, ahora los gringos quieren a un pastor en la Casa Blanca? No necesariamente. Los caucus vienen siendo asambleas distritales y sus resultados rara vez se reflejan en los de las elecciones de noviembre. Reagan, Bush Sr. y Clinton, por ejemplo, no ganaron en Iowa. Pero como banderazo de partida del proceso electoral estadunidense, no deja de ser significativo que sea el abanderado de la derecha religiosa el que haya tomado la delantera del bando republicano.
En el campo demócrata, la sorpresa la dio Hillary Clinton al quedar en tercer lugar, después de John Edwards que fuera compañero de fórmula de John F. Kerry en el 2004 y de Barack Obama, senador por Illinois que obtuvo el 38%. Aunque Hillary cayó al tercer puesto sólo por un punto de diferencia (que representa siete delegados), como favorita en los sondeos seguramente esperaba consolidar su posición en esta primera prueba.
El proceso electoral de Estados Unidos es bastante complicado y en cualquiera de sus vericuetos pueden aparecer sorpresas. Las verdaderas elecciones internas, llamadas primarias, cuyos resultados son más decisivos en la selección del candidato de cada partido, se inician este martes en Nueva Hampshire, después del caucus de este sábado en Wyoming. Después vendrán Carolina del Sur, Nevada y Florida, en anticipación del “supermartes”, el 5 de febrero, en el que se celebrarán primarias en 24 estados. Será hasta entonces cuando se podrá hablar de una tendencia determinante.
Si algo puede desprenderse de este primer paso es que el dinero recabado por los aspirantes para sus campañas no influyó en el resultado. Si bien Obama ha gastado más de 44 millones de dólares en su campaña, Edwards apenas lleva cerca de 18 desembolsados, mientras que Hillary, tras gastar más de 40 millones, apenas pudo asegurarse el tercer puesto. Y por el lado republicano la tendencia es aun más clara: Rudy Giuliani, ex alcalde de Nueva York, gastó más de 30 millones para quedar en sexto lugar entre los aspirantes, con un humillante 2% de los votos en Iowa. Romney ha gastado más de 53 millones de dólares y apenas quedó en segundo lugar (no tengo las cifras de Huckabee, ustedes disculparán).
En fin, las cosas apenas comienzan y terminarán hasta dentro de once meses. De todos modos, de una vez expreso mi deseo de que Dios nos agarre confesados si decide llevar a uno de sus gerentes a la Casa Blanca.
1 comentario:
Pues sí, en realidad apenas comieza la carrera y se va a poner ruda... increíble lo de Guiliani, hay que estar atentos y no descartar a nadie... nimodo, como dice la Pacheco, "aquí nos tocó vivir"...
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