05 febrero, 2007

El infinito a nuestro alcance

Solemos mirar hacia arriba cuando queremos apreciar la grandeza del Universo. En algún rincón de nuestra memoria reptiliana se encuentra la instrucción de que lo grande, lo superior, está allá arriba. Pensamos que las estrellas y los planetas constituyen la mejor expresión de la grandeza de la creación.

No estamos tan errados. Hay algo allá arriba que puede satisfacer nuestra necesidad de trascendencia. Gran paradoja: ver la inmensidad del Universo (o tan sólo pensar en ella, ya que está difícil verla) nos convence de nuestra diminutez, del pequeño tamaño que tenemos en comparación con tan inmensurables objetos que vagan en el espacio exterior. Pero al mismo tiempo nos hace sentir grandes, así sea sólo por ser parte del infinito.

No habría que alzar la vista para ver el Universo. Como parte que somos de él, nuestro planeta y todos sus ocupantes —por recurrir a la gastada metáfora de la Tierra como una nave espacial— efectivamente lo reflejamos. Admirar las nervaduras de una hoja es contemplar parte de la gloria cósmica o, como dijera el poeta, el infinito está al alcance de la mano.

Algo semejante ocurre con nuestro concepto de Naturaleza. ¿Qué pensó, amable lector, al ver esta palabra? ¿En bosques, cumbres nevadas, ríos y arroyos cristalinos, playas vírgenes de la presencia humana? Claro: la Naturaleza está allá, lejos como lo está el Universo. No imaginamos a la Naturaleza en medio de la calle, entre los conjuntos habitacionales, en medio del estruendo de coches y camiones.

La ciudad es artificial, el campo es natural. Ésa es la dicotomía que hacemos y que llevamos cargando como un fardo: no falta quien se queje de "tener" que vivir en la ciudad y suspire por "volver" a la Naturaleza (¡Como si alguna vez hubiera estado en lo que cree que es natural!).

Esa separación es artificial, por supuesto. Un condominio es tan natural como un panal: los dos están fabricados por seres de la Naturaleza, con materiales encontrados en ésta. La Naturaleza nos da la materia prima y la inteligencia para utilizarla. ¿En qué momento empieza a ser "artificial"?

1 comentario:

Real de lo virtual dijo...

habría que probar esa sustancia natural que al parecer inspiro esta entrada del bló.

¿la música de los Beatles es natural?