Mi dicho favorito de todos los tiempos es “mal empieza la semana para el que ahorcan en lunes”. En esa frase intuyo una gran sabiduría oculta. Muy oculta, en realidad, pues llevo años tratando de desentrañar el dicho y no le encuentro dónde.
A veces pienso que esa frase puede aplicarse a otros ámbitos de la vida, y que quizá en eso estribe su sabiduría. Por ejemplo, en tenis podríamos decir que “mal empieza el partido al que le rompen el servicio en el primer juego”.
Y hablando de tenis, ya estamos en la temporada del Abierto de Estados Unidos, o sea que es buen momento de expresar mi eterna queja contra los locutores que tratan de comentar el partido. Aunque para empezar, mi queja sería contra ESPN, por racista y mezquino. Han de suponer los directivos del canal que en América Latina nos interesa ver el partido completo de cualquier jugador con apellido “hispano”, aunque sea tan malo que no figure en la clasificación y nos recete una actuación deplorable. En cambio, de los partidos de las estrellas extranjeras salvo las excepciones de los primeros diez clasificados nos dosifican sólo el juego decisivo del set o del partido, y a veces tan sólo el punto ganador.
Y ahora sí, los locutores promovidos a comentaristas y expertos en tenis. ¿Qué se puede decir de ellos? Sus esfuerzos por hacer aparecer “brillante” el juego de los compas latinos son decididamente patéticos, por no hablar de la parcialidad que caracteriza a uno de ellos cuando sube a la cancha alguno de sus compatriotas argentinos. En fin, tampoco queda abierta la posibilidad de oír la transmisión en inglés, pues la parejita que tienen chacaleando en inglés ante el micrófono tampoco se salvaría de una crítica objetiva, si yo fuera capaz de hacerla.
1 comentario:
Wow! Tenista como yo! Prefiero a Federer, que no es hispano... y la cancha del US Open se ve taaaaaan plástica...!
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