31 octubre, 2007

Milagros naturales

Me llama la atención el interés que tienen muchas personas en demostrar que “la Biblia tiene razón”, frase que, por cierto, da título a un clásico de la arqueología bíblica, en el que Werner Keller documenta la veracidad de algunos acontecimientos relatados en el Antiguo Testamento.

Mi asombro tiene dos razones. La primera es que el hecho de que hayan sido ciertos los personajes y los acontecimientos narrados en la Biblia no es de ninguna manera prueba de que ese libro sea de inspiración divina, como es su principal pretensión. En efecto, una cosa es que hayan existido Moisés y compañía y otra, muy distinta, que los redactores hayan estado inspirados por Dios.

La segunda causa de mi asombro es que quienes defienden la historicidad del Libro no ven que eso mismo socava su naturaleza de escritura revelada. Así es: si ahora nos salen con que “la ciencia explica” el contenido de la Biblia, si los fenómenos maravillosos de los que habla tienen una explicación racional, ¿dónde queda su carácter milagroso y divino? Si las aguas del mar Rojo se abrieron por algún fenómeno natural y no como acto milagroso que le permitió al pueblo elegido escapar de la servidumbre en Egipto, ¿dónde está la base de la legitimidad de Moisés como líder religioso? Si no tenía ese contacto directo con Dios que le permitiera obrar milagros, sino que simplemente aprovechó una marea inusitada con fines políticos, ¿estamos ante un documento divino o humano?

Desprovisto de su carácter inspirado, el texto no es más que un documento histórico como hay muchos otros, incluso anteriores a éste. Y por respetable y verídico que pudiera ser, nadie pretendería, por ejemplo, que el código de Hammurabi podría servir para regir la vida del hombre en el tercer milenio de nuestra era.

Si no fueron milagros, sino hechos naturales que la ignorancia de su época no pudo explicar, ¿por qué pretenden que es un texto inspirado por Dios y, por tanto, que sus enseñanzas morales deben seguirse hasta nuestros días?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchos años formé parte de una religión donde aprendí la explicación para todos los milagros que relata la Biblia. Honestamente, a casi 10 años de haberme alejado del grupo, he olvidado su argumentos (gracias a Dios).

Creo que la Biblia es un buen libro, pero no podemos tomarlo como guía para la vida, porque es demasiado rígido como para vivir bajo sus normas y sentirnos humanos.

Tiene textos excelentes, poéticos, me parece que la literatura judía es de las mejores. Ahora solo eso me queda decir, admiro sobremanera el arte literario que nos comparte ese libro tan polémico llamado La Biblia.

Saludos

Darth Tater dijo...

Se me hace que te chutaste un programa de esos bodrios del History Channel... Animo, para los que no recibimos ningún tipo de instrucción religiosa, la biblia viene siendo una fuente de historias de todo tipo, algo así como Las Mil y una noches... Y para los que hemos estudiado algo sobre Egipto, pues lo de Moisés no parece tan tan tan así como lo pinta la biblia... en fin...

Beam dijo...

Saludos y suerte con su novela.

Alice dijo...

Según la ley de los muy grandes números, en promedio las personas pueden esperar un milagro al mes.

"In the course of any normal person's life, miracles happen at a rate of roughly one per month." Dyson explains that "during the time that we are awake and actively engaged in living our lives, roughly for eight hours each day, we see and hear things happening at a rate of about one per second. So the total number of events that happen to us is about thirty thousand per day, or about a million per month. With few exceptions, these events are not miracles because they are insignificant. The chance of a miracle is about one per million events. Therefore we should expect about one miracle to happen, on the average, every month."