05 diciembre, 2007

¿Quién quiere ser diferente?

Los comerciantes y anunciantes nos insisten en que seamos diferentes consumiendo productos de fabricación masiva. No sé si ellos mismos no noten esa contradicción o simplemente la pasen por alto para no perjudicar sus ventas. Dirigidas por la publicidad, la moda, las presiones de sus compañeros, las manadas de personas se encaminan por la misma dirección, se visten con la misma ropa, consumen la misma cerveza, escuchan la misma música y en sus teléfonos celulares descargan los mismos repiques, todo esto con el afán de ser diferentes, de ser singulares.

El joven que escucha su iPod, por ejemplo, sintiéndose especial por estar oyendo “su” música, es idéntico a miles o millones que, en ese momento, también tienen enchufado su aparato. Ni siquiera la música que escucha lo particulariza, pues a fin de estar en onda, la que consume es la que dictan las compañías disqueras, la que se difunde en la radio, la que se promueve a través de conciertos multitudinarios. Lo único que podría diferenciarlo es el orden en que las escucha, en caso de que active la función de reproducción aleatoria, lo cual, empero, lo hermana con los millones de jóvenes que hacen lo mismo.

Aspirar a ser singular en un mundo masivo es una batalla perdida. Ser único entre más de seis mil millones de habitantes es una posibilidad reservada sólo para las huellas digitales y la secuencia del ADN. Entre tanta gente, incluso aquel que trata de apartarse de las modas y las convenciones sociales acaba descubriendo que pertenece a una tumultuosa minoría.

Claro, ante esa paradoja, la pregunta que debemos plantear es si realmente alguien quiere ser diferente. Si alguien quiere privarse de la reconfortante sensación de pertenecer a un grupo —mayoritario o minoritario, eso no importa— y asumir por sí mismo, apoyado únicamente en sus propias fuerzas, la angustiosa tarea de pasar por la vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

te recomiendo ver zeitgeist, tal vez ya la conoces, o mucho de su contenido. Tiene relación con la enajenación y otros encantos de nuestro mundo mediatizado e idiotizado.
saludos

http://video.google.com/videoplay?docid=8883910961351786332