Desde que intenté leer, sin éxito, La arcana de los números , de Iglesias Janeiro, me quedé con la impresión de que, de todas las mancias inventadas por el hombre para apaciguar sus angustias, la numerología está entre las más deleznables.
El procedimiento que sigue es bastante trivial: se le asigna un significado filosófico o psicológico a cada dígito, del 0 al 9, y a partir de esto se trata de interpretar su combinación en los números superiores. Un recurso muy utilizado es partir del año de nacimiento para descubrir tendencias y características del individuo. Por ejemplo, si yo nací en 1953, se procede a sumar los dígitos que forman mi año para encontrar mi "número mágico" o "número de la suerte". Así tenemos que 1+9+5+3 = 18; estos dos dígitos los sumamos hasta reducirlo a uno solo: 1+8 = 9. Por lo que, para los numerologistas, el 9 es mi número clave, "mágico" o "de la suerte".
Con este número se pueden tejer todo género de especulaciones, que pueden complicarse hasta el infinito si le agregamos el número del día (2+4 = 6) y el del mes (7), a cada uno de los cuales se le atribuyen influencias en determinados apartados de la vida. E incluso podemos hacer un licuado con los tres y encontrar el número mágico total, que en mi caso sería 9+6+7 = 22 y después 2+2 = 4. ¿Qué nos dicen acerca de esta cifra? Veamos lo que señalan los expertos en el tema contratados por Yahoo! de España:
El mundo del cuatro es el imperio de la voluntad. Pocas personalidades tienen una tenacidad tan admirable, aunque lamentablemente para ellos, también son dueños de una gran obstinación. Esto sucede porque confunden su sensatez y tenacidad, con la necesidad de defender una postura frente a los demás, con lo que logran únicamente que los demás les pongan el mote de "necio". Ni las pruebas más fehacientes lograrán que se den cuenta de su equivocación, salvo que luego a solas, vuelvan a analizar el tema y logren comprenderlo por sí mismos.
Pues no, con la pena de admitirlo en público de la gente, pero yo no me veo retratado en esa descripción. No soy tenaz ni estoy dotado de gran voluntad, como lo demuestran mis fallidos intentos de dejar de fumar, de bajar de peso, de hacer ejercicio y un largo etcétera que el lector me agradecerá que no recorra en estas líneas.
Quienes defienden y practican estos malabarismos mentales suelen alegar una serie de curiosidades matemáticas que, según ellos, revelan las propiedades mágicas de los números. ¿Cómo cuáles? No trataré aquí de reproducirlas, pero sí recomiendo a los lectores que consulten la interesante página que Perspectivas consagra a este apasionante tema.
Y ya para terminar, y para no dejar pasar esta fecha sin hacer alusión al inminente próximo año, quiero desear a los lectores, fieles e infieles por igual, un próspero año nuevo. Por cierto, el número de este año será el 7 (2+0+0+5 = 7). Y otra vez por cortesía de Yahoo! de España, aquí les dejo la interpretación.
El siete es el que todo lo comprende y todo lo contiene. Es la figura protectora, el que lleva en sí mismo fuerzas diferentes que nunca llegarán a enfrentarse, para proporcionar protección y seguridad. Jamás, en ninguna circunstancia será posible encontrar el punto débil de este tipo de personalidad. Los 7 no soportan a los débiles, temerosos de enfrentarse a las luchas, valoran mucho la valentía. Podrán ofrecer ayuda a quien lucha y es vencido, pero nunca harán lo mismo con aquel que se entrega sin luchar.
P.D. Si alguien lo entiende, le agradeceré que me lo explique, digo, para saber quién es aquel al que me tengo que enfrentar para que después me proteja y dé seguridad.
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