14 febrero, 2004

Elogio de la diversidad


Encuentro un texto riquísimo e incitador de Tomás Eloy Martínez: fuera de nuestro pequeño mundo, las cosas pueden ser diferentes. Y lanza una sentencia genial: el pecado del hombre es el antropocentrismo, suponer que todo gira en su torno y que puede conocer lo ignoto con base en sus conceptos de siempre.


Nada más falso. La diversidad existe no sólo como atractivo turísitico sino como forma de vida. Juzgar al otro basándonos en nuestros prejuicios sólo conduce al error en el mejor de los casos; en el peor, a la guerra, la destrucción y la muerte. Pensar que la vida extraterrestre tiene que ser como la nuestra, basada en el carbono, es el mismo razonamiento que hacen los gringos cuando deciden invadir un país porque no se comporta como ellos quieren o como piensan que debe de ser.


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