22 noviembre, 2004

La política de la enchilada

Ahora que nuestra política migratoria abandona las salas de negociación y se va a la cocina por la enchilada completa, aunque los gustos de Derbez lo inclinen más por el Taco Bell, conviene recordar el origen patibulario de esa expresión, no para tratar de adivinar a dónde nos lleva —pues ya sabemos que la etimología no siempre es digna de confianza— sino para conocer de qué personajes carcelarios provienen los dichos de nuestros prohombres políticos.


Corría el año de 1973 y en Estados Unidos estaba a toda marcha la investigación de los sucesos de Watergate. Repasemos un poco: durante la campaña electoral de 1972 fueron detenidos unos hombres que se habían metido a las oficinas de la campaña del Partido Demócrata, en el hotel Watergate de Washington. Lo que empezó como un vulgar robo resultó ser una colosal conspiración orquestada por el propio presidente Richard Nixon para espiar y difamar a sus rivales, la cual le valió ser reelegido ese año. Poco le duró el gusto: ante las presiones de los medios y del congreso, Nixon prefirió renunciar a la presidencia para evitar ser enjuiciado. En 1974 lo sucedería en el cargo el oscuro Gerald Ford, quien a su vez había asumido la vicepresidencia tras la dimisión de Spiro T. Agnew, acusado también de maniobras ilegales.


Uno de los aspectos decisivos de ese escándalo era la existencia de un fondo sucio: varios millones de dólares dedicados a comprar y acallar conciencias, siempre con la reelección de Nixon en la mira. Uno de quienes manejaban dichos fondos era Herb Kalmbach, quien el 19 de abril de 1973 sostuvo una conversación telefónica con John Erlichman. Éste le prevenía a Kalmbach, que era el abogado personal de Nixon, que John Dean —que poco antes había renunciado a su cargo de asesor presidencial— había decidido cooperar con el departamento de justicia y estaba dispuesto a hablar.


En esos momentos fue cuando Kalmbach preguntó si Dean podría revelarlo todo. Y lo hizo con la expresión que se convirtió en un clásico: The whole enchilada?


Así fue. John Dean ofreció revelarlo todo a cambio de inmunidad (el curioso sistema judicial estadounidense premia a los delincuentes que delatan a sus compinches). Y a fines de junio de 1973, Dean implicó a Nixon en el encubrimiento del caso Watergate.


El curioso lector podrá preguntarse cómo fue que esta expresión quedó asociada con la política migratoria del gobierno de Vicente Fox. Para eso tenemos que dar un brinco de casi 30 años y aterrizar en Phoenix, Texas, en 2001, cuando en una reunión con periodistas latinos, el entonces secretario mexicano de relaciones exteriores, Jorge Castañeda, afirmó que en las negociaciones sobre migración con Estados Unidos, México iba "por la enchilada completa o por nada; no la podemos ir rebanando".


Es evidente que para entonces, la expresión "the whole enchilada" para referirse a todos los componentes de un asunto, el paquete completo podríamos decir, ya se había arraigado entre los idiotismos del inglés estadounidense. Seguramente estaba al lado de the whole shebang, usada con el mismo sentido desde mucho antes. Y a Castañeda le ha de haber parecido divertido usar un término tan informal en un contexto tan serio, especialmente dado el mexicanísimo origen de las enchiladas.


En la mente del curioso lector quedará otra pregunta: ¿Cómo se supo que Kalmbach utilizó esa expresión en una conversación telefónica? La respuesta es sencilla: los teléfonos estaban intervenidos, las conversaciones se grababan y las transcripciones se dieron a conocer años después.


Y ya que estamos de inquisitivos, podríamos preguntarnos qué hubiera dicho algún personaje mexicano en circunstancias similares (aunque aquí no sólo leemos la transcripción de sus conversaciones, sino también las vemos y las oímos, gracias al avance del video y a la complicidad de las televisoras). Cuando alguien (póngale el nombre que guste) le advierte a otro alguien (también lo dejamos al gusto del lector), que un tercer alguien está dispuesto a revelar alguna turbia conspiración para, digamos, hundir a un precandidato de la oposición, el segundo sujeto podría preguntar: ¿Toda la sopa?


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hasta Mase(Rap & Hip Hop) usa la frase "the whole enchilada" en el track "What You Want".