Por ejemplo, los primeros puntos del manifiesto piden que se instituya el día del hombre y el año del hombre, petición bastante trivial si consideramos los magros resultados que ha tenido establecer los correspondientes días de la mujer, de la madre, del niño, de los compadres, de la secretaria, etcétera. No tenemos noticia de que haya mejorado la situación de ninguno de estos grupos demográficos gracias a la proclamación de esas celebraciones.
Pero cuando empiezan a saltar las verdaderas dudas sobre la seriedad de esta proclama, es cuando llegamos a los puntos nueve y diez. En efecto, el noveno postulado pide que se sancione a las mujeres que ejercen violencia física y psicológica sobre los hombres, la cual ocurre "en pequeños e inadvertidos empujones, coscorrones, pellizcos y manotazos que las mujeres propinan constantemente a los hombres". Pero es el décimo apartado el que no tiene desperdicio en términos de humor involuntario, pues exige sanciones contra las mujeres que "violan la serenidad sexual de los hombres y los seducen, provocan y utilizan aprovechándose de sus 'encantos'". Escuchemos con atención:
Se ha logrado castigar a los violadores y a los acosadores sexuales, pero no se ha trasladado este concepto a las mujeres. Ellas, a través de sus coqueteos y técnicas de seducción y provocación, mediante su manera de vestir (minifaldas, escotes, etc.), su forma de moverse (claviculización, cervicalización, caderización, cabelleo, etc.), y su modo de hablar (ingenuidad, dulzura fingida, inocencia, obstinación) practican acoso sexual y violación de distintos grados sobre el hombre. Lo curioso de todo esto es que ellas no buscan sexo sino calentar al hombre y alborotar su hormona para conseguir cualquier especie de favor o tarea masculina ajena al evento sexual.
A estas alturas es cuando aparece la imagen de Al Bundy, con su movimiento NO MA'AM (Organización Nacional de Hombres contra el Dominio de las Amazonas). ¿Quién puede tomar en serio a un grupo que considera que las mujeres sólo buscan "calentar al hombre y alborotarle la hormona"? Digo, porque si ése es el nivel del debate, mejor nos vamos a la cantina a resolverlo y no andamos de mitoteros organizando marchas en las calles.
Pero el gato asoma la cola al llegar al último punto del dichoso manifiesto. Ahí el organizador de este movimiento más antifeminista que masculinista nos conmina a fundar y animar diversas asociaciones de "defensa del hombre" y, si tenemos dudas, siempre podemos consultar la "obra prohibida del feminismo", un tabique de 621 páginas cocinado, claro, por el mismo organizador de esta vacilada que, de ese modo, revela su naturaleza mercadotécnica. El mamotreto de marras lleva el título de La conspiración feminista y trata de dorar sus blasones diciendo que fue presentado en el auditorio del Excélsior, periódico en bancarrota que no duda en abrirle a cualquiera las puertas de sus instalaciones, con tal de obtener una renta que le permita subsanar los desfalcos perpetrados por su antiguo director.
En fin, ahora que retiraron de la programación a Married... with Children podemos recordar las glorias del gran Al Bundy echándole un vistazo al manifiesto de marras.
* No sé si ése sea el título "oficial", ya que en la misma página lo llaman también manifiesto masculino y, para dar pruebas de su modernidad, no dejan de poner el nombre en inglés, claro que abreviado conforme los usos y costumbres de los gringos: man's-man.