Este año no fallaron las predicciones de los expertos: la Academia se sacó la espina que traía con los hermanos Coen y les dio tres estatuillas, a la mejor dirección, a la mejor película y al mejor guión adaptado, por No Country for Old Men. La cinta, además, resultó premiada por el mejor actor de reparto, Javier Bardem.
Mi favorita, Juno, se llevó el Oscar al mejor guión original, obra de Diablo Cody. Cuando vi la película sentí una fuerte presencia femenina por el excelente retrato que pinta de la protagonista, al grado que pensé que la dirección estaría a cargo de una mujer. Pero no, al fijarme en los créditos, vi que el director era Jason Reitman. "Bueno, por lo menos, el guión ha de ser obra de una mujer." Nuevo desengaño al ver que el autor del guión se llama Diablo Cody. Pero anoche, al ver la ceremonia, oh, sorpresa, Diablo Cody efectivamente es mujer, y bastante guapa, por lo demás (figura 1).
Figura 1. Diablo Cody en huelga
La cosa es que su nombre real es Brooke Busey. ¿Qué mujer se hace llamar Diablo? Alguien como ella, que se fue de Chicago a Minnesota a vivir con el galán que había conocido por Internet. Después de trabajar un tiempo en una agencia de publicidad, renunció a su empleo, pues le exigía dotes organizativas que ella admite no tener, y se dedicó a bailar en clubes desnudistas. Dejó ese oficio para dedicarse por un tiempo a ser operadora de una línea telefónica de sexo, para después de un tiempo regresar a bailar. Todo esto con la anuencia del galán, Jon Hunt, con quien finalmente se casó en 2004. Y aunque ya metió la demanda de divorcio, Diablo Cody dice que es muy feliz.
Tiene razones para estarlo. Su libreto de Juno le ha valido 18 premios, tiene publicado un libro autobiográfico, en el que habla de su vida como desnudista y dos libretos más en preproducción. Juno fue su primer libreto y ya la lanzó a la fama. Esperemos que sea capaz de mantener el nivel.
...porque la vida no es un experimento, sino una experiencia.
25 febrero, 2008
22 febrero, 2008
Entre bubis y chichis
Quiere la mojigatería reinante que no digamos chichi porque suena muy vulgar y para referirnos al objeto que designa esa palabra, se han inventado montón de eufemismos, entre los que ahora campea victorioso el gringuismo bubi. ¿Qué diferencia hay entre una chichi y una bubi? Técnicamente ninguna, pero la primera es indígena (¡fuchi!) y la segunda tiene todo el glamur de lo que nos impone el Imperio del Norte. No es lo mismo verle las bubis a las meseras de McDonald's que las chichis a las marchantas del mercado, ¿verdad?
Los que se la dan de enterados, para no caer en la vulgaridad de las chichis ni en la adopción de exotismos de las bubis, hablan entonces de seno. ¡Oh, qué bien! Una palabra también corta (dos sílabas directas) que no tiene implicaciones sexuales... ¡perfecto! El problema es que en realidad seno no designa ni chichis ni bubis, sino lo que está en medio. Así, cuando el señor cura busca consuelo en sus aflicciones, lo encuentra en el seno de la Virgen y no, y esto es importante, entre sus chichis.
En fin, otra posibilidad para designar esos obsesionantes objetos es llamarlos pechos. Un pecho no es lo mismo que el pecho. Los pechos están en el pecho... mmm, hay algo medio ambiguo con este término. ¿Qué tal mama? Cero ambigüedad, dos sílabas directas. Lo mismo vale para teta. El problema de la teta es que suena demasiado gachupa. ¿Y cuál es el problema de mama? De ahí viene mamar, que es una función natural y muy hermosa; además, es la raíz de mamografía, que suena decididamente muy científica. ¿Alguien habla de tetagrafía, pechografía, bubigrafía o chichigrafía? No, ¿verdad? Pero a ver quién es el valiente que le dice mamas a las chichis.
Los que se la dan de enterados, para no caer en la vulgaridad de las chichis ni en la adopción de exotismos de las bubis, hablan entonces de seno. ¡Oh, qué bien! Una palabra también corta (dos sílabas directas) que no tiene implicaciones sexuales... ¡perfecto! El problema es que en realidad seno no designa ni chichis ni bubis, sino lo que está en medio. Así, cuando el señor cura busca consuelo en sus aflicciones, lo encuentra en el seno de la Virgen y no, y esto es importante, entre sus chichis.
En fin, otra posibilidad para designar esos obsesionantes objetos es llamarlos pechos. Un pecho no es lo mismo que el pecho. Los pechos están en el pecho... mmm, hay algo medio ambiguo con este término. ¿Qué tal mama? Cero ambigüedad, dos sílabas directas. Lo mismo vale para teta. El problema de la teta es que suena demasiado gachupa. ¿Y cuál es el problema de mama? De ahí viene mamar, que es una función natural y muy hermosa; además, es la raíz de mamografía, que suena decididamente muy científica. ¿Alguien habla de tetagrafía, pechografía, bubigrafía o chichigrafía? No, ¿verdad? Pero a ver quién es el valiente que le dice mamas a las chichis.
20 febrero, 2008
Eclipse
Castro renuncia, Musharraf pierde las elecciones, Putin se prepara para pasar de presidente a primer ministro, Obama adelanta en la carrera demócrata a la Casa Blanca... y hoy hubo un eclipse lunar.
El próximo eclipse será a finales de 2010, cuando Fidel Castro seguramente ya habrá desaparecido del todo de la escena cubana, cuando Pervez Musharraf sea un capítulo cerrado en la historia paquistaní, cuando Vladimir Vladimirovich Putin haya demostrado que no tenía intenciones de soltarle el poder al presidente ruso Dmitri Medvedev y cuando Barack Obama... bueno, de Obama es imposible hacer predicción alguna.
Pero los eclipses van a seguir ocurriendo con una regularidad que permite predecirlos, a diferencia de los imprevisibles sucesos terrestres. Quizá por eso sea más reconfortante alzar la vista al cielo y deleitarse con el espectáculo de la Luna enrojecida (figura 1.) que andar tristeando acá en la Tierra.
El próximo eclipse será a finales de 2010, cuando Fidel Castro seguramente ya habrá desaparecido del todo de la escena cubana, cuando Pervez Musharraf sea un capítulo cerrado en la historia paquistaní, cuando Vladimir Vladimirovich Putin haya demostrado que no tenía intenciones de soltarle el poder al presidente ruso Dmitri Medvedev y cuando Barack Obama... bueno, de Obama es imposible hacer predicción alguna.
Pero los eclipses van a seguir ocurriendo con una regularidad que permite predecirlos, a diferencia de los imprevisibles sucesos terrestres. Quizá por eso sea más reconfortante alzar la vista al cielo y deleitarse con el espectáculo de la Luna enrojecida (figura 1.) que andar tristeando acá en la Tierra.
18 febrero, 2008
Secuelas de Kosovo
Como estaba anunciado, este domingo el parlamento de Kosovo declaró la independencia de esta provincia serbia, poniendo así fin al dominio de Belgrado en la cuna del nacionalismo serbio. Estados Unidos ya anunció su apoyo y su reconocimiento al flamante estado; la Unión Europea está dividida en cuanto al reconocimiento, aunque no en el envío de una misión de asistencia, que tiene la finalidad de evitar que estalle la violencia entre los kosovares albanos y los serbios.
Y también como era de esperarse, Serbia ya anunció su oposición a esta medida, secundada por Rusia. Pero la verdad es que Rusia lleva un doble juego aquí, pues aunque teóricamente se opone a la separación de Kosovo, en la práctica también le conviene que se rompa con el principio de la "inviolibilidad de las fronteras", sobre todo si no es a sus costillas y se hace a instancias de la potencia rival.
En efecto, Rusia tiene intereses en regiones fuera de sus fronteras y no vería con malos ojos que éstas se independizaran. En especial en Osetia del Sur y en Abjasia, en Georgia, que, por cierto, después de la proclamación de la independencia de Kosovo, no tardaron en expresar su deseo de separarase a su vez de esa república caucasiana. Por lo pronto ya pidieron a Rusia y a Naciones Unidas que reconozcan su independencia, citando por supuesto el antecedente de Kosovo.
Pero también está Transnistria, una región separatista de Moldavia donde predominan los rusófonos, y que desde 1990 declaró su independencia, pues el gobierno de Chisinau andaba coqueteando con la idea de anexarse a Rumania. Moldavia proclamó al rumano idioma oficial del país, cosa que no le cayó en gracia al 29% de ucranianos y 30% de rusos que viven ahí. Ahora, Transnistria es en la práctica una región de Moldavia ocupada por el XIV ejército ruso. No le caería nada mal a Moscú que esta independencia fuera reconocida con la misma facilidad que la de Kosovo.
Y también como era de esperarse, Serbia ya anunció su oposición a esta medida, secundada por Rusia. Pero la verdad es que Rusia lleva un doble juego aquí, pues aunque teóricamente se opone a la separación de Kosovo, en la práctica también le conviene que se rompa con el principio de la "inviolibilidad de las fronteras", sobre todo si no es a sus costillas y se hace a instancias de la potencia rival.
En efecto, Rusia tiene intereses en regiones fuera de sus fronteras y no vería con malos ojos que éstas se independizaran. En especial en Osetia del Sur y en Abjasia, en Georgia, que, por cierto, después de la proclamación de la independencia de Kosovo, no tardaron en expresar su deseo de separarase a su vez de esa república caucasiana. Por lo pronto ya pidieron a Rusia y a Naciones Unidas que reconozcan su independencia, citando por supuesto el antecedente de Kosovo.
Pero también está Transnistria, una región separatista de Moldavia donde predominan los rusófonos, y que desde 1990 declaró su independencia, pues el gobierno de Chisinau andaba coqueteando con la idea de anexarse a Rumania. Moldavia proclamó al rumano idioma oficial del país, cosa que no le cayó en gracia al 29% de ucranianos y 30% de rusos que viven ahí. Ahora, Transnistria es en la práctica una región de Moldavia ocupada por el XIV ejército ruso. No le caería nada mal a Moscú que esta independencia fuera reconocida con la misma facilidad que la de Kosovo.
17 febrero, 2008
Nacimiento de un estado
Lo más probable es que dentro de unas horas, la provincia serbia de Kosovo declare su independencia. Después de casi diez años de estar bajo mandato de Naciones Unidas, los kosovares ahora formarán un estado independiente de Serbia, país que por mucho tiempo les negó a los habitantes albanos de esa provincia los más elementales derechos civiles.
Las potencias occidentales (léase los países grandes de la Unión Europea y Estados Unidos) están de acuerdo en esta medida y no sería raro que en el curso de unos cuantos días se desgranaran los reconocimientos oficiales desde las capitales europeas, Washington y tal vez Tokio.
El obstáculo por superar, claro, sigue siendo la negativa de Belgrado, con el apoyo de Moscú, a renunciar a una región que, por motivos históricos, es considerada la cuna de la identidad serbia, si bien en la actualidad el 90% de sus dos millones de habitantes es de origen albano.
Sin embargo, el gobierno de Pristina sabe con quién se mete. En las recientes elecciones serbias resultó triunfador Boris Tadic, que se presentó con una plataforma pro-europea contra el nacionalista Tomislav Nikolic. Aunque por el apego sentimental que Serbia le tiene a Kosovo, Tadic no podrá secundar el apoyo a la independencia de su provincia en Serbia ésa es una postura suicida para cualquier político, en los hechos estará atado de manos para presentar una oposición eficaz. Por lo demás, la Unión Europea es el principal socio comercial de Serbia y Tadic sabe que no podrá ponerse con Sansón a las patadas.
Por su parte, Moscú también anda ocupado con su proceso electoral, programado para el 2 de marzo, y aunque al zar Putin no le preocupa la opinión occidental y, para el caso, tampoco el resultado de las elecciones, ya que tiene asegurado el triunfo de su delfín, Dimitri Medvedev, quien a su vez lo nombrará primer ministro, también sabe que en los hechos no podrá hacer nada para impedir que le arranquen un pedazo de territorio a su pupilo serbio.
Aunque desde tiempos de los zares, la Federación Rusa se ha adjudicado el papel de defensor de los pueblos eslavos, éstos han rechazado esa injerencia, especialmente desde la disolución de la Unión Soviética. Los casos más notables, quizá precisamente por la cercanía geográfica, son los de las repúblicas bálticas y Polonia, decididamente hostiles a cualquier negociación con el antiguo amo moscovita. A la fecha, sólo Belgrado acepta ese padrinazgo y a él se atuvo durante todos los años en que, primero con la OTAN y después con la ONU, Kosovo ha estado fuera de su soberanía.
Es difícil calcular las consecuencias inmediatas de la independencia de Kosovo. Belgrado podría imponer un bloqueo, pero las fronteras que comparte Kosovo con Bosnia-Herzegovina, Albania y Montenegro harían irrelevante esa medida, que sólo podría tener efectos en los primeros tiempos, sobre todo en el ámbito de la energía, que en un 90% procede de Serbia. A la larga, los serbios tendrán que aceptar los hechos consumados.
Queda la duda de la reacción que tendrán los 200,000 serbios que viven en Kosovo, sobre todo en el norte. ¿Aceptarán su nueva condición de ser minoría en el flamante estado? Después de haber sido la etnia dominante en la política, ¿se someterán a los albanos, a quienes desprecian por haber abrazado la fe del invasor otomano en el siglo XV? Las posibilidades quedan abiertas.
Las potencias occidentales (léase los países grandes de la Unión Europea y Estados Unidos) están de acuerdo en esta medida y no sería raro que en el curso de unos cuantos días se desgranaran los reconocimientos oficiales desde las capitales europeas, Washington y tal vez Tokio.
El obstáculo por superar, claro, sigue siendo la negativa de Belgrado, con el apoyo de Moscú, a renunciar a una región que, por motivos históricos, es considerada la cuna de la identidad serbia, si bien en la actualidad el 90% de sus dos millones de habitantes es de origen albano.
Sin embargo, el gobierno de Pristina sabe con quién se mete. En las recientes elecciones serbias resultó triunfador Boris Tadic, que se presentó con una plataforma pro-europea contra el nacionalista Tomislav Nikolic. Aunque por el apego sentimental que Serbia le tiene a Kosovo, Tadic no podrá secundar el apoyo a la independencia de su provincia en Serbia ésa es una postura suicida para cualquier político, en los hechos estará atado de manos para presentar una oposición eficaz. Por lo demás, la Unión Europea es el principal socio comercial de Serbia y Tadic sabe que no podrá ponerse con Sansón a las patadas.
Por su parte, Moscú también anda ocupado con su proceso electoral, programado para el 2 de marzo, y aunque al zar Putin no le preocupa la opinión occidental y, para el caso, tampoco el resultado de las elecciones, ya que tiene asegurado el triunfo de su delfín, Dimitri Medvedev, quien a su vez lo nombrará primer ministro, también sabe que en los hechos no podrá hacer nada para impedir que le arranquen un pedazo de territorio a su pupilo serbio.
Aunque desde tiempos de los zares, la Federación Rusa se ha adjudicado el papel de defensor de los pueblos eslavos, éstos han rechazado esa injerencia, especialmente desde la disolución de la Unión Soviética. Los casos más notables, quizá precisamente por la cercanía geográfica, son los de las repúblicas bálticas y Polonia, decididamente hostiles a cualquier negociación con el antiguo amo moscovita. A la fecha, sólo Belgrado acepta ese padrinazgo y a él se atuvo durante todos los años en que, primero con la OTAN y después con la ONU, Kosovo ha estado fuera de su soberanía.
Es difícil calcular las consecuencias inmediatas de la independencia de Kosovo. Belgrado podría imponer un bloqueo, pero las fronteras que comparte Kosovo con Bosnia-Herzegovina, Albania y Montenegro harían irrelevante esa medida, que sólo podría tener efectos en los primeros tiempos, sobre todo en el ámbito de la energía, que en un 90% procede de Serbia. A la larga, los serbios tendrán que aceptar los hechos consumados.
Queda la duda de la reacción que tendrán los 200,000 serbios que viven en Kosovo, sobre todo en el norte. ¿Aceptarán su nueva condición de ser minoría en el flamante estado? Después de haber sido la etnia dominante en la política, ¿se someterán a los albanos, a quienes desprecian por haber abrazado la fe del invasor otomano en el siglo XV? Las posibilidades quedan abiertas.
15 febrero, 2008
Regreso a Lost
La huelga del gremio de escritores gringos terminó muy a tiempo para empezar a ver la cuarta temporada de Lost. Si el espectador quedó aturdido por el final de la tercera, el inicio de la cuarta los tres primeros episodios que se han transmitido hasta ahora lo dejará totalmente estupefacto.
En efecto, el supuesto rescate que parecía tan sencillo ("Ahorita les mandamos un helicóptero para que los recoja.") se está complicando más allá de toda solución visible, dado que ahora ya estalló abiertamente la rivalidad que siempre opuso a Jack y a John. Por no hablar de la advertencia de Charlie, quien antes de morir en el último episodio de la tercera temporada, le advierte a Desmond que los presuntos rescatistas no son quienes dicen ser.
Estos episodios abren más interrogantes de las que resuelven. Una novedad es que, en lugar de ver los antecedentes de cada personaje entremezclados con el desarrollo de la trama actual en la isla, nos presentan el futuro de algunos de ellos, después de ser rescatados. Pero ese atisbo al "desenlace", lejos de explicar lo sucedido, lo vuelve aun más confuso. ¿Por qué Sayid trabaja para quien trabaja? ¿Por qué Hugo habla con los muertos? ¿Y quiénes son esos que necesitan de su ayuda?
Al igual que en las temporadas anteriores, sólo tenemos una certeza: por cada misterio resuelto aparecen varios más. Ya no queremos saber qué está pasando ahí, sólo pedimos que mantengan el suspenso por muchas temporadas más, con el mismo nivel de maestría con que lo han hecho hasta ahora.
En efecto, el supuesto rescate que parecía tan sencillo ("Ahorita les mandamos un helicóptero para que los recoja.") se está complicando más allá de toda solución visible, dado que ahora ya estalló abiertamente la rivalidad que siempre opuso a Jack y a John. Por no hablar de la advertencia de Charlie, quien antes de morir en el último episodio de la tercera temporada, le advierte a Desmond que los presuntos rescatistas no son quienes dicen ser.
Estos episodios abren más interrogantes de las que resuelven. Una novedad es que, en lugar de ver los antecedentes de cada personaje entremezclados con el desarrollo de la trama actual en la isla, nos presentan el futuro de algunos de ellos, después de ser rescatados. Pero ese atisbo al "desenlace", lejos de explicar lo sucedido, lo vuelve aun más confuso. ¿Por qué Sayid trabaja para quien trabaja? ¿Por qué Hugo habla con los muertos? ¿Y quiénes son esos que necesitan de su ayuda?
Al igual que en las temporadas anteriores, sólo tenemos una certeza: por cada misterio resuelto aparecen varios más. Ya no queremos saber qué está pasando ahí, sólo pedimos que mantengan el suspenso por muchas temporadas más, con el mismo nivel de maestría con que lo han hecho hasta ahora.
14 febrero, 2008
El espíritu de nuestra época
Vi la película Zeitgeist por tres razones: la primera, porque me la recomendaron; la segunda porque la pude bajar muy rápido. Y la tercera porque el miércoles pasado no tenía nada que hacer. Además, pensé que me daría buen tema para hacer una nota para este sufrido bloc y, dado que últimamente he tenido mucho trabajo y no se me ocurre más tema que quejarme de las necedades de los clientes, cualquier inspiración extra es bienvenida.
Como la película está dividida en tres temas muy poco relacionados a mi parecer, de hecho daría para tres notas. Pero no quisiera agobiar al paciente lector con tanto detalle. En realidad, el documentalito podría omitirse por completo en provecho de la salud mental pública, de no ser por una serie de reflexiones a que da pie la primera parte, dedicada a los mitos de los mesías. La segunda parte, por cierto, está dedicada a la idea de que los atentados de Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001 fueron un "trabajo interno" del gobierno, y la tercera, a reforzar las teorías conspiratorias de dominación mundial por parte de un puñado de banqueros.
Antes de seguir adelante, habría que hacer una referencia al título. Zeitgeist significa "espíritu de los tiempos" en alemán y se refiere al clima intelectual y cultural de una era. Claro, quizá el lector lo recuerde mejor como el título de un disco de los Smashing Pumpkins, pero creo que eso menos tiene que ver con la película. ¿El espíritu de la época está dominado por la religión, el terrorismo y las conspiraciones secretas? Quiero creer que este siglo XXI tiene más que ofrecer. Pero, en fin, dejemos eso y continuemos.
Lo que me gustó de la primera parte es que, partiendo de nociones astronómicas, el autor desmonta la historia de Jesús como mesías, hijo de Dios o como se le quiera llamar, para mostrarlo como una representación del mito solar, presente en todos los pueblos desde los albores de la civilización.
Claro, la cosa no es tan objetiva pues esas nociones astronómicas (como el movimiento de precesión de los equinoccios) están interpretadas desde la astrología, es decir, se les da un valor o significado subjetivo. Y por ahí es donde se cuelan los detractores de la astrología a decir que es una superstición, pues ellos leen su horóscopo todos los días en el periódico y "nunca le atinan".
Pero en la película no se avientan el tiro de hacer horóscopos, sino de interpretar leyendas a través del pensamiento dominante en la época en que fueron creadas. Y es innegable que la astrología, vista como fenómeno puramente cultural, encarna lo que entonces era el sentido común.
De ese modo, es perfectamente lógico que si Jesús aparece al principio de la era de Piscis, el pez sea un símbolo utilizado por los cristianos. Así como el carnero lo fue en la era inaugurada por Moisés y, antes, el toro.
No obstante, parece que la intención del documental es negar la validez de las enseñanzas cristianas señalando sus raíces paganas. Nada más absurdo. Ya puestos a aceptar la idea de los grandes maestros de la humanidad, que se presentan cada tanto a recordarles a los desorientados hombres el camino de la salvación y a establecer preceptos generales (el monoteísmo de Moisés, el amor y el perdón de Jesús), poco importa el origen de la doctrina.
Aun más, si todas las enseñanzas religiosas comparten un origen común si cada religión no es más que la expresión particular del mismo fenómeno en un tiempo específico, de ello se desprendería una conclusión aun más valiosa: las religiones son obra de los hombres. Si contienen enseñanzas valiosas, éstas son producto del hombre. Si hay amor, si hay perdón, si hay compasión, es porque el hombre es capaz de tales sentimientos. No vienen de una entidad abstracta y con toda seguridad inexistente que nos rige desde lo alto. Si hay nobleza, si hay magnanimidad, si hay solidaridad en la doctrina religiosa es porque la hay en el hombre. Quitemos a dios de la ecuación y veremos que el hombre es capaz de cosas excelsas. Y ya sin la ceguera que significa el teísmo podremos ponerlas en práctica.
Como la película está dividida en tres temas muy poco relacionados a mi parecer, de hecho daría para tres notas. Pero no quisiera agobiar al paciente lector con tanto detalle. En realidad, el documentalito podría omitirse por completo en provecho de la salud mental pública, de no ser por una serie de reflexiones a que da pie la primera parte, dedicada a los mitos de los mesías. La segunda parte, por cierto, está dedicada a la idea de que los atentados de Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001 fueron un "trabajo interno" del gobierno, y la tercera, a reforzar las teorías conspiratorias de dominación mundial por parte de un puñado de banqueros.
Antes de seguir adelante, habría que hacer una referencia al título. Zeitgeist significa "espíritu de los tiempos" en alemán y se refiere al clima intelectual y cultural de una era. Claro, quizá el lector lo recuerde mejor como el título de un disco de los Smashing Pumpkins, pero creo que eso menos tiene que ver con la película. ¿El espíritu de la época está dominado por la religión, el terrorismo y las conspiraciones secretas? Quiero creer que este siglo XXI tiene más que ofrecer. Pero, en fin, dejemos eso y continuemos.
Lo que me gustó de la primera parte es que, partiendo de nociones astronómicas, el autor desmonta la historia de Jesús como mesías, hijo de Dios o como se le quiera llamar, para mostrarlo como una representación del mito solar, presente en todos los pueblos desde los albores de la civilización.
Claro, la cosa no es tan objetiva pues esas nociones astronómicas (como el movimiento de precesión de los equinoccios) están interpretadas desde la astrología, es decir, se les da un valor o significado subjetivo. Y por ahí es donde se cuelan los detractores de la astrología a decir que es una superstición, pues ellos leen su horóscopo todos los días en el periódico y "nunca le atinan".
Pero en la película no se avientan el tiro de hacer horóscopos, sino de interpretar leyendas a través del pensamiento dominante en la época en que fueron creadas. Y es innegable que la astrología, vista como fenómeno puramente cultural, encarna lo que entonces era el sentido común.
De ese modo, es perfectamente lógico que si Jesús aparece al principio de la era de Piscis, el pez sea un símbolo utilizado por los cristianos. Así como el carnero lo fue en la era inaugurada por Moisés y, antes, el toro.
No obstante, parece que la intención del documental es negar la validez de las enseñanzas cristianas señalando sus raíces paganas. Nada más absurdo. Ya puestos a aceptar la idea de los grandes maestros de la humanidad, que se presentan cada tanto a recordarles a los desorientados hombres el camino de la salvación y a establecer preceptos generales (el monoteísmo de Moisés, el amor y el perdón de Jesús), poco importa el origen de la doctrina.
Aun más, si todas las enseñanzas religiosas comparten un origen común si cada religión no es más que la expresión particular del mismo fenómeno en un tiempo específico, de ello se desprendería una conclusión aun más valiosa: las religiones son obra de los hombres. Si contienen enseñanzas valiosas, éstas son producto del hombre. Si hay amor, si hay perdón, si hay compasión, es porque el hombre es capaz de tales sentimientos. No vienen de una entidad abstracta y con toda seguridad inexistente que nos rige desde lo alto. Si hay nobleza, si hay magnanimidad, si hay solidaridad en la doctrina religiosa es porque la hay en el hombre. Quitemos a dios de la ecuación y veremos que el hombre es capaz de cosas excelsas. Y ya sin la ceguera que significa el teísmo podremos ponerlas en práctica.
10 febrero, 2008
Voluntad de cambio en EUA
Los resultados de las recientes elecciones primarias han aclarado en gran medida el abigarrado panorama electoral en Estados Unidos. De la docena de candidatos que había a principios de año en ambos partidos, ahora quedan prácticamente tres con posibilidades de ser ungidos para aparecer en las boletas de noviembre. En efecto, aunque Mike Huckabee sigue en la contienda, su rival republicano John McCain lo rebasa por tan amplio margen (701 delegados contra 215) que sería muy improbable que alcanzara los 1,191 delegados que necesita para obtener la nominación de su partido.
Por el lado demócrata, si bien Hillary Clinton supera a Barack Obama (1,106 delegados contra 1,034), técnicamente se trata de un empate, pues el partido demócrata requiere 2,025 delegados para nombrar a su candidato presidencial. Es decir, de aquí a principios de junio, cuando terminen las elecciones primarias, puede suceder cualquier cosa.
Hasta ahora, sólo una cosa es segura: el pueblo estadounidense quiere el cambio. Esto es más evidente del lado demócrata, en el que, por primera vez en la historia del país, los ciudadanos podrán elegir o a un negro o a una mujer como presidente. E incluso entre los republicanos, el hecho de que sea McCain el aspirante puntero revela que la gente ya está harta del conservadurismo religioso que ha dominado al país desde hace años. En efecto, dentro de todo, McCain es un conservador moderado, muy alejado de un fanático como el pastor bautista Mike Huckabee, y que ha tenido el "honor" de ser atacado por los grandes representantes de la derecha extrema, como el presentador de radio Rush Limbaugh y el dirigente evangélico James C. Dobson, quienes han amenazado con retirar su apoyo al partido en caso de que McCain sea el candidato presidencial.
Esta voluntad de cambio se revela en un detalle que no puede pasar desapercibido: ninguno de los aspirantes republicanos ha querido reclamar para sí el legado de George W. Bush. Todo lo contrario; si el impopular mandatario saliente sirve de alguna referencia, es sólo para tomar sus distancias. Nadie quiere ser visto en su compañía ni, mucho menos, ser asociado con su desastrosa obra.
Así, ya sea negro, mujer o conservador moderado, el próximo presidente de los Estados Unidos significará una ruptura con el actual. Y esto ciertamente es reconfortante.
Por el lado demócrata, si bien Hillary Clinton supera a Barack Obama (1,106 delegados contra 1,034), técnicamente se trata de un empate, pues el partido demócrata requiere 2,025 delegados para nombrar a su candidato presidencial. Es decir, de aquí a principios de junio, cuando terminen las elecciones primarias, puede suceder cualquier cosa.
Hasta ahora, sólo una cosa es segura: el pueblo estadounidense quiere el cambio. Esto es más evidente del lado demócrata, en el que, por primera vez en la historia del país, los ciudadanos podrán elegir o a un negro o a una mujer como presidente. E incluso entre los republicanos, el hecho de que sea McCain el aspirante puntero revela que la gente ya está harta del conservadurismo religioso que ha dominado al país desde hace años. En efecto, dentro de todo, McCain es un conservador moderado, muy alejado de un fanático como el pastor bautista Mike Huckabee, y que ha tenido el "honor" de ser atacado por los grandes representantes de la derecha extrema, como el presentador de radio Rush Limbaugh y el dirigente evangélico James C. Dobson, quienes han amenazado con retirar su apoyo al partido en caso de que McCain sea el candidato presidencial.
Esta voluntad de cambio se revela en un detalle que no puede pasar desapercibido: ninguno de los aspirantes republicanos ha querido reclamar para sí el legado de George W. Bush. Todo lo contrario; si el impopular mandatario saliente sirve de alguna referencia, es sólo para tomar sus distancias. Nadie quiere ser visto en su compañía ni, mucho menos, ser asociado con su desastrosa obra.
Así, ya sea negro, mujer o conservador moderado, el próximo presidente de los Estados Unidos significará una ruptura con el actual. Y esto ciertamente es reconfortante.
09 febrero, 2008
Rumbo a los Óscares
Es probable que este fin de semana la huelga del Gremio de Escritores de Estados Unidos llegue a su fin, con lo que los cinéfilos podrán respirar aliviados: la ceremonia de entrega de los premios Óscar sí se llevará a cabo el 24 de febrero, tal como estaba programada.
Lo que procede entonces es hacer las predicciones de los ganadores. Mi condición de cinéfilo de sofá ha hecho que, de las cinco películas contendientes, la única que he visto sea "Juno", por lo que desde ahora la declaro mi favorita para que se lleve la estatuilla.
Protagonizada por Ellen Page, quien ya me había maravillado en "Hard Candy", "Juno" relata una historia sencilla: la de una adolescente embarazada y la forma en que hace frente a su situación. No obstante, la adolescente del título no es nada sencilla y con una determinación que no resultaría creíble en otro contexto y quizá tampoco en otra actriz, lleva a cabo sus planes, a pesar de los imprevistos de última hora.
Como a los monitos de las distribuidoras de películas en México, el título no les decía nada, y pensando que los espectadores somos tan estúpidos como ellos, nos hicieron el favor de estrenarla con un título explicativo: "Juno, crecer, correr y tropezar". Claro, si realmente fuéramos tan idiotas como nos imaginan, con ese nombre pensaríamos que se trata de una película de atletismo.
Algo similar ocurrió con otra de las candidatas al Óscar, "Atonement", que significa sencillamente "expiación". ¿Quedó claro? Al parecer no tanto para los distribuidores, que nos hacen el favor de decirnos de qué se trata ya desde el título con el que la están exhibiendo en México: "Expiación, deseo y pecado". La combinación de "deseo" y "pecado" nos invita, según los genios de la traducción de títulos, a ver escenas de sexo y desnudos, único gancho que nos lleva al cine, ¿verdad?
La traducción del título de la tercera película debería dar lugar a protestas por parte de nuestro respetado sector de la tercera edad. El título original es "No Country for Old Men", cosa que a nuestros inspirados distribuidores les pareció correcto traducir como "Sin lugar para los débiles". ¿Los viejos son débiles? ¡El Instituto Nacional de la Decrepitud debería convocar a boicotearla!
La otra película, "There Will Be Blood", no aparece en la cartelera, al menos no con un título identificable. Reconfortémonos: en España la estrenaron bajo el nombre de "Pozos de ambición", ya que efectivamente trata de buscadores de petróleo. Si la hubieran traducido literalmente como "Habrá sangre" o "Correrá la sangre", de seguro los espectadores jamás se habrían asomado al cine, pensando que se trata de una película más de Freddy Kruger.
Por último, la quinta candidata se llama simplemente "Michael Clayton", nombre propio que no habría que traducir. Pero también "Juno" es nombre propio y ya ven lo que le hicieron. Así que bien podríamos verla anunciada en Mexiquito como "Michael Clayton, ambición y pecado", para que sepamos que estamos ante un drama. Claro, si fuera comedia, el título sería "¿Y dónde está el abogado?"
Los que saben aseguran que la ganadora será "No Country for Old Men", de los hermanos Coen. Es probable: la única vez que se han llevado una estatuilla a casa fue en 1997, por el guión original de "Fargo", así que ésta sería buena ocasión para que la Academia se sacara la espina.
Lo que procede entonces es hacer las predicciones de los ganadores. Mi condición de cinéfilo de sofá ha hecho que, de las cinco películas contendientes, la única que he visto sea "Juno", por lo que desde ahora la declaro mi favorita para que se lleve la estatuilla.
Protagonizada por Ellen Page, quien ya me había maravillado en "Hard Candy", "Juno" relata una historia sencilla: la de una adolescente embarazada y la forma en que hace frente a su situación. No obstante, la adolescente del título no es nada sencilla y con una determinación que no resultaría creíble en otro contexto y quizá tampoco en otra actriz, lleva a cabo sus planes, a pesar de los imprevistos de última hora.
Como a los monitos de las distribuidoras de películas en México, el título no les decía nada, y pensando que los espectadores somos tan estúpidos como ellos, nos hicieron el favor de estrenarla con un título explicativo: "Juno, crecer, correr y tropezar". Claro, si realmente fuéramos tan idiotas como nos imaginan, con ese nombre pensaríamos que se trata de una película de atletismo.
Algo similar ocurrió con otra de las candidatas al Óscar, "Atonement", que significa sencillamente "expiación". ¿Quedó claro? Al parecer no tanto para los distribuidores, que nos hacen el favor de decirnos de qué se trata ya desde el título con el que la están exhibiendo en México: "Expiación, deseo y pecado". La combinación de "deseo" y "pecado" nos invita, según los genios de la traducción de títulos, a ver escenas de sexo y desnudos, único gancho que nos lleva al cine, ¿verdad?
La traducción del título de la tercera película debería dar lugar a protestas por parte de nuestro respetado sector de la tercera edad. El título original es "No Country for Old Men", cosa que a nuestros inspirados distribuidores les pareció correcto traducir como "Sin lugar para los débiles". ¿Los viejos son débiles? ¡El Instituto Nacional de la Decrepitud debería convocar a boicotearla!
La otra película, "There Will Be Blood", no aparece en la cartelera, al menos no con un título identificable. Reconfortémonos: en España la estrenaron bajo el nombre de "Pozos de ambición", ya que efectivamente trata de buscadores de petróleo. Si la hubieran traducido literalmente como "Habrá sangre" o "Correrá la sangre", de seguro los espectadores jamás se habrían asomado al cine, pensando que se trata de una película más de Freddy Kruger.
Por último, la quinta candidata se llama simplemente "Michael Clayton", nombre propio que no habría que traducir. Pero también "Juno" es nombre propio y ya ven lo que le hicieron. Así que bien podríamos verla anunciada en Mexiquito como "Michael Clayton, ambición y pecado", para que sepamos que estamos ante un drama. Claro, si fuera comedia, el título sería "¿Y dónde está el abogado?"
Los que saben aseguran que la ganadora será "No Country for Old Men", de los hermanos Coen. Es probable: la única vez que se han llevado una estatuilla a casa fue en 1997, por el guión original de "Fargo", así que ésta sería buena ocasión para que la Academia se sacara la espina.
04 febrero, 2008
De la huelga en televisión y otros desvaríos
Hace algunas semanas, mi condición de semi-empleado hizo que se me ocurriera la idea de esquirolear la huelga de los guionistas gringos. En efecto, si ellos pueden darse el lujo de rechazar miles de dólares por un puñado de cuartillas, yo bien podría ofrecerme a recoger algunas de las migajas caídas de la mesa de tan generoso banquete. Sin embargo, como suele sucederme en muchos casos, mi reacción fue lenta y, aunque la huelga todavía está en pie, después de varios meses, ahora soy yo el que no tiene tiempo para dedicarse a afanes creativos.
Lástima, porque al cabo de freírme el cerebro viendo tanta serie gringa en la televisión, ya le había agarrado la onda a varias de ellas y hubiera podido proponer un guión más o menos decoroso.
Por ejemplo, para Dr. House, mi idea iba más o menos así:
Llega un paciente al hospital aquejado de un catarro. House, por supuesto, no le cree y ordena una biopsia. Los varios aspirantes-achichincles se disputan el honor de practicarla y gana el que consigue un kotex usado de Cuddy. Los resultados del examen prueban que el paciente tiene cáncer terminal y que le quedan 72 horas de vida. Foreman refuta los resultados, Cameron los confirma, Chase no sabe qué hacer y Wilson le aconseja a House que invite a cenar a Cuddy pues la junta directiva del hospital está planeando despedirlo, pese a su elevado rating. El paciente sufre una crisis anafiláctica, con lo que descartan el cáncer y diagnostican una reacción alérgica. Cinco minutos antes de que termine el programa, House se da cuenta de que todos los problemas del paciente fueron causados por un hueso de pollo atravesado en la garganta y se lo extrae dándole un coscorrón en la cabeza.
Pues la idea ahí está, por si alguien lector con más tiempo y talento que su servilleta quiere desarrollarla. Por mi parte, estoy pensando seriamente en la posibilidad de declararme en huelga de televisión, en solidaridad con el coleguerío gringo. Mi plan es dejar de ver televisión durante tres meses, a ver si con eso basta para recuperar las neuronas perdidas y hacer algo más productivo con mi tiempo. Y, ¿por qué no?, quizá llegue a pergeñar notas más decentitas para este sufrido bloc.
Lástima, porque al cabo de freírme el cerebro viendo tanta serie gringa en la televisión, ya le había agarrado la onda a varias de ellas y hubiera podido proponer un guión más o menos decoroso.
Por ejemplo, para Dr. House, mi idea iba más o menos así:
Llega un paciente al hospital aquejado de un catarro. House, por supuesto, no le cree y ordena una biopsia. Los varios aspirantes-achichincles se disputan el honor de practicarla y gana el que consigue un kotex usado de Cuddy. Los resultados del examen prueban que el paciente tiene cáncer terminal y que le quedan 72 horas de vida. Foreman refuta los resultados, Cameron los confirma, Chase no sabe qué hacer y Wilson le aconseja a House que invite a cenar a Cuddy pues la junta directiva del hospital está planeando despedirlo, pese a su elevado rating. El paciente sufre una crisis anafiláctica, con lo que descartan el cáncer y diagnostican una reacción alérgica. Cinco minutos antes de que termine el programa, House se da cuenta de que todos los problemas del paciente fueron causados por un hueso de pollo atravesado en la garganta y se lo extrae dándole un coscorrón en la cabeza.
Pues la idea ahí está, por si alguien lector con más tiempo y talento que su servilleta quiere desarrollarla. Por mi parte, estoy pensando seriamente en la posibilidad de declararme en huelga de televisión, en solidaridad con el coleguerío gringo. Mi plan es dejar de ver televisión durante tres meses, a ver si con eso basta para recuperar las neuronas perdidas y hacer algo más productivo con mi tiempo. Y, ¿por qué no?, quizá llegue a pergeñar notas más decentitas para este sufrido bloc.
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