26 enero, 2004

Caminos de la nostalgia


Como para acallar mis quejas continuas por tanta basura que recibo por correo, hace unas semanas recibí de un amigo una foto que me dejó sobrecogido. Riki no dice de dónde la sacó, ni siquiera a qué fecha corresponde. Pero más o menos adivino que estamos en casa de Ramón, nuestro centro habitual de reunión allá por 1970-1971.



Ver la foto me hundió en un remolino de nostalgias y de reflexiones que me duró varios días. Después de 30 años transcurridos, me asombró volver a ver rostros tan queridos, que han permanecido en mi vida de un modo u otro. Claro, en ese tiempo ni se me hubiera ocurrido pensar en ello, pues estaba en una edad ajena al tiempo y sus preocupaciones.


La segunda pregunta que me asaltó (la primera fue: ¿Cómo es que algunos hemos cambiado tanto y otros siguen igualitos e inconfundibles?) fue una concesión a la típica tentación del hubiera. ¿Qué hubiera pasado si...? En ese momento mi vida estaba frente a mí, oculta por supuesto, con sus innumerables ramificaciones. Cada paso, cada decisión que fui tomando, me llevó por un camino y, al mismo tiempo, me fue cerrando los demás. ¿Qué hubiera pasado si, en vez de irme a Acapulco en noviembre de 1972 me hubiera quedado a estudiar para los exámenes extraordinarios de la prepa? ¿Qué camino hubiera tomado mi vida si hubiera entrado en la carrera en 1973, en lugar de hacerlo en 1978?


Ya sé que conjugar los verbos de ese modo no tiene sentido. La única manera razonable es el indicativo: Mis decisiones me llevaron por este camino; ¿cuáles recorreré en razón de las decisiones que tome hoy?


Borges tiene un cuento llamado El jardín de los senderos que se bifurcan. Ésa es una buena definición de la vida, sobre todo vista en retrospectiva, un entramado de hilos que se cruzan, se anudan, cabos sueltos, fibras llenas de color unas y otras descoloridas, retazos olvidados en algún rincón, otros gastados de tanto uso... la trama de la vida también se le llama y analizarla podría echar luz a lo que nos espera. Es vano escudriñar las estrellas en busca de esas respuestas.

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