27 mayo, 2004

Del manifiesto como una de las bellas artes


Un grupo de abajofirmantes profesionales, entre los que reconocemos los mismos nombres de siempre, se dirige a los artistas e intelectuales de todo el mundo, a fin de pedirles que promuevan la consulta internacional propuesta por el EZLN.


Esto ya fue hace varios años, pero la verdad es que me acabo de enterar en uno de mis viajes por Google. El manifiesto o carta exhorta a la realización de actos culturales, a los que inviten a artistas mexicanos a compartir "la esencia de nuestro ser". Esta promiscua invitación, como va dirigida a todo el mundo, está escrita, por supuestísimo, en inglés, así como agachando la cabeza y aceptando que si uno no habla la lengua del imperio, nadie lo entiende.


Hay que reconocer en descargo de los artistas del manifiesto y de la carta abierta, que como cortesía para los nacos que no dominamos la lengua de Chikaspier, la misma página ofrece una versión en español. ¿Pues qué no habíamos quedado —como lo señalaba el maestro Reyes Heroles— que en política la forma es fondo? ¿No se dan cuenta estos faros de luz, estas luminarias de la pluma y del pincel que si queremos ser consecuentes con la oposición a la globalización autoritaria debemos, por principio, rechazar las formas que nos impone la metrópolis? Si realmente quieren compartir nuestra herencia, ¿por qué quieren hacerlo en una lengua ajena a nuestra cultura?


No hay comentarios.: